martes, 4 de octubre de 2011

ARTÍCULO: "MODOS DE VER"

Lo visible no existe en ninguna parte. Por eso mismo se confunde mucho la realidad con lo visible, porque no es más que el conjunto de imágenes que el ojo crea al mirar. La realidad se hace visible al ser percibida.

Lo visible puede permanecer iluminado u oculto. Lo visible en un invento, uno de los más formidables de los humanos, de ahí el afán por multiplicar los instrumentos de visión y ensanchar así, sus límites. La televisión nos permitió ver imágenes antes nunca vistas, y por eso mismo nosotros empezamos a creer que era el instrumento que realmente nos brindaba la verdad sobre lo real.

Gracias a la fotografía, al cine, a la televisión, al video y a las sofisticaciones de los modernos ordenadores podemos visualizar desde elementos microscópicos hasta imágenes de lo ocurrido a tantos años luz de nosotros que, nos permiten ver parte de nuestro propio pasado.

John Berger, en “modos de ver” utilizo la pantalla de televisión para mostrar como el poder de las cámaras puede desarticular la unidad de significado que cada obra representa. “Modos de ver” sigue desencadenando hoy una indagación continua sobre el encuentro, casual o deseado, de alguien con una obra de arte.

El libro consta de siete ensayos numerados, que pueden leerse en cualquier orden. En cuatro ensayos se utilizan palabras e imágenes; en los tres restantes, solo imágenes. En este libro la vista es la que establece nuestro lugar en el mundo circundante, pero el conocimiento, la explicación, nunca se adecua completamente a la visión. Lo que sabemos o lo que creemos afecta al modo en que vemos las cosas.

Nuestra visión esta en continua actividad, en continuo movimiento, aprendiendo continuamente las cosas que se encuentran en un circulo cuyo centro es ella misma, pero poco después de poder ver somos conscientes de que también nosotros podemos ser vistos. La naturaleza reciproca de la visión es más fundamental que la del dialogo hablado.

Toda imagen encarna un modo de ver, pero nuestra percepción o apreciación de una imagen depende también de nuestro propio modo de ver. Las imágenes se hicieron al principio para evocar la apariencia de algo ausente, una imagen podía sobrevivir al objeto representado: podría mostrar el aspecto que había tenido algo o alguien, es decir, lo habían visto otras personas. Y esto fue el resultado de una creciente conciencia de la individualidad, acompañada de una creciente conciencia de la historia.

Todo converge hacia el ojo como si este fuera el punto de fuga del infinito. El mundo visible esta ordenado en función del espectador. La perspectiva organizaba el campo visual como si eso fuera realmente lo ideal. La cámara le demostraba que no era en centro. La invención de la cámara cambio el modo de ver de los hombres y esto se reflejo inmediatamente en la pintura. La mayoría de la población no visita los museos de arte.

La publicidad se centra siempre en el futuro comprado. Le ofrece una imagen de sí mismo que resulta fascinante gracias al producto o a la oportunidad que se está intentando vender.
Por esto mismo el cambio, el propósito de la publicidad es que el espectador se sienta marginalmente insatisfecho con su modo de vida presente. No con el modo de vida de la sociedad, sino con el suyo dentro de esa sociedad.


Ésta es uno de los ejemplos más claros de que a través de esta fotografía nosotros nos creamos una imagen de cómo iban vestidos hace muchos años, o de cada una de sus características como el caballo, o por ejemplo que el cuadro es en blanco y negro.







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